Runners: ¿moda o verdadera pasión?
Por Mónica da Silva González
Correr siempre ha sido calificado como el deporte más completo y como el método por excelencia en el que se basan el resto de los deportes para mantener la condición física. Es la disciplina que mantiene la salud, y pareciera la más barata de todas, pues en términos ultra básicos, sólo se necesitan un par de tenis y voluntad.
Pero correr puede resultar una inversión que se traduce en decenas de miles de pesos anuales y con facturas que se cobran arriba de los 5 mil pesos mensuales.
En la última década, han proliferado las carreras: 3, 5 y 10 kilómetros… pareciera que cada marca importante tiene una carrera, en aras de promover la salud y unir a la familia. Esto es cierto y son objetivos loables, pero detrás de ellas también se esconden claros objetivos de marketing. Por otro lado, están los maratones -42 kilómetros, y demás carreras que superan esa meta o la combinan con esfuerzos mucho más retadores.
Tipos de carreras
- Las carreras básicas en las que se corren hasta menos de 21 kilómetros, se conocen como tal, ‘carreras’. Por lo general, cumplen objetivos personales para estar en forma y con buena salud. La exigencia es sobresaliente, pero no exhaustiva.
- Medio maratón: Es correr 21 kilómetros; ya implica un esfuerzo considerable y una constancia en el entrenamiento.
- Maratón: La medida de un maratón son 42 kilómetros y 195 metros. Es la meta más popular y son los eventos de mayor cobertura a nivel mundial. Existen 6 ‘majors’ (de grandes ligas) que son: Boston, Chicago, Nueva York, Tokio, Berlín y Londres. En México, sólo tres maratones son los que pueden clasificarte y registrar tu marca para aspirar a estos ‘majors’ y son: Ciudad de México, Monterrey y Torreón. Es deporte olímpico.
- Ultra-maratón: son carreras de hasta 160 kilómetros. Hay de dos tipos: el que cubra más distancia en un tiempo determinado o los que sí tienen una distancia específica qué cubrir.
- Multiday: son ultramaratones que superan las 24 horas y pueden llegar a cubrirse mil kilómetros en varios días.
- Triatlón: combina natación, ciclismo y carrera a pie. Es deporte olímpico.
- Iron man: es un triatlón que cubre 3.86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42.2 km de carrera a pie. El tiempo límite es de 17 horas.
- Spartan: correr contra el reloj mientras vences obstáculos como escalar paredes, correr por el barro, nadar, saltar fuegos y subir cuerdas individualmente o como parte de un equipo.
- Otras: Xterra, triatlón de invierno, etc.
En cuestión de regulaciones y profesionalización, existen la Asociación Internacional Ultra de Corredores (IAU) y la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
El costo (monetario) de correr
Correr como tal es gratis, pero alrededor del entrenamiento y las carreras, las facturas superan los diez mil pesos anuales, dependiendo de los objetivos de cada corredor.
Daniela de la Sierra, corredora desde hace 15 años, participa en aproximadamente 12 carreras al año, con un costo promedio de 350 a 500 pesos cada una: “Incluyen chip, playera y otras cosas de patrocinadores como termo, liberta, toalla, etc.”
Por su parte, Eduardo Morales, corredor desde hace 2 años y medio, comenzó en carreras pequeñas pero ya corre maratones y su meta para este año es un utramaratón: “Desde la playera que te dan, te das cuenta de la calidad de la carrera. Aquí en México hay buenos maratones que te califican para los ‘majors’ que por ejemplo, el de Boston puede costar 8 o diez mil pesos de inscripción o el de Tokio hasta 20 mil, pero si haces una buena marca, obtienes un tipo de ‘beca’ que baja ese costo”, dijo, al tiempo que hace la suma de 35 mil pesos como total que unos amigos gastaron en el último maratón de Nueva York.
La inscripción al maratón de México ronda los mil pesos, parecido al de Puebla, aunque comenta Lalo que no se compara la calidad: “Hay mucha gente pero tienen mal el concepto porque lo combinan al mismo tiempo con carreras de 5, 10, 21 km etc. para que se vea gente, entonces hay como 15 o 20 mil personas pero al maratón como tal sólo se inscriben mil o 1500, no le meten lana, no hay patrocinadores; mejor irse al de Ciudad de México”.
Daniela de la Sierra prefiere correr local: “Está padre echarte el viaje, pero puedes correr donde sea y no por correr en NY tiene más mérito; para mí es el mismo esfuerzo”.
Héctor López Neri es otro corredor que lleva 7 años haciéndolo de forma disciplinada: “Empecé a correr porque toda mi vida he hecho deporte, jugaba béisbol y la carrera fue una opción de seguir participando en competencias pero a un nivel más moderado; empecé solo pero después de darle vueltas al Parque del Arte me aburrí y fue cuando empecé a pagar entrenador y ya no es correr a lo loco, te organizas corres sesiones de cambio de ritmo, entrenas en pista y el entrenamiento es un poco más divertido. Cuando me fijé un objetivo, se hizo atractivo…”
“…También busqué correr maratones fuera de Puebla, algunos en el extranjero y es muy entretenido planear el viaje, inscribirte, ver qué están haciendo corredores que viven por ahí, dónde recomiendan correr, al grado de que ahorita me gusta más viajar que correr. Hay un comentario entre corredores que dice que viajas 150 km para correr diez, esa intensidad es la que te da la carrera”.
Costo de los insumos
Los tenis son el instrumento fundamental de cada corredor: rinden entre 400 a 700 kilómetros corridos, según opiniones y cada par oscila entre los 2500 y 5 mil pesos, dependiendo de la marca y la especialidad. De la Sierra opina que es marketing y puedes ‘estirar’ su uso mientras te siga acomodando, aunque para las carreras o maratones, hay que llevarlos nuevos o casi nuevos.
Héctor no lo califica como marketing pero sí opina que hay un cambio en el corredor: “Comienzas haciendo caso a las recomendaciones y al principio quieres hacer todo de la mejor manera y comprar los tenis que te encuentres y es normal, estás tan metido en este tema que ahora tu pasatiempo y tu dinero extra lo ocupas para comprar ropa o zapatos para correr. Con el tiempo ya te conoces y vas haciendo menos caso a esas recomendaciones de especialistas. Yo compro 3 pares de tenis al año, se recomienda dar descanso a los pares para que el material se recupere y siga dando soporte a rodillas y tobillos”.
También para evitar riesgos y saber cómo avanzar, hay que contratar a un entrenador. Daniela asiste a un club privado cuya membresía familiar cuesta 2 mil 300 pesos al mes y donde está incluido en entrenador; Lalo Morales paga a un entrenador de 500 pesos y el promedio de los entrenadores en el Parque del Arte está en 700 a mil pesos mensuales.
En aras de no sufrir descompensación, de igual modo se requiere un nutriólogo que oriente en cuánto comer, correspondiente a la gran cantidad de calorías que se queman, dependiendo igual del género, edad, etc. Cada consulta cuesta en promedio 600 pesos y los corredores asisten dos veces por mes.
López Neri explica más a detalle: “Llega un momento que tu cuerpo necesita otro tipo de nutrientes para que puedas rendir y tratas de hacerlo de una manera cuidadosa, en mi caso antes hice pruebas físicas de sangre porque esto sí, es un pasatiempo y es un hobby pero debes hacerlo bien por el esfuerzo que requiere tu cuerpo para correr un maratón… si no estás bien alimentado, preparado y sano pues te puedes llevar una sorpresa muy desagradable”.
COSTOS DE UN RUNNER PROMEDIO
- Inscripciones: de 350 a 8 mil pesos en promedio (dependiendo si es carrera o maratón y si se obtuvo una ayuda)
- Tenis: 2500 a 5 mil pesos por par (4 pares anuales en promedio)= diez mil pesos anuales
- Ropa deportiva: mil pesos por conjunto (playera y short, en promedio; 5 pares anuales) = 5 mil pesos anuales
- Entrenador: de 700 a mil pesos mensuales
- Gimnasio: de 700 a mil pesos mensuales
- Nutriólogo: dos consultas al mes de 600 pesos cada una
- Viajes: un maratón en EU cuesta aproximadamente 35 mil pesos
- Fisioterapeuta: 400 semanales (1,200 mensuales)
TOTAL: 67 MIL PESOS ANUALES (en promedio, sin contar viaje al extranjero)
Otros sacrificios
Un corredor debe entrenar mínimo 6 días a la semana, una hora en promedio y debe complementar el correr con desarrollar fuerza, preferentemente en un gimnasio: “Aquí en Puebla hay gente muy buena pero nadie va a ir a las Olimpiadas , todos lo hacemos por afición pero hay de aficionados a aficionados, los que quieren competir con el otro, ser el primer lugar de su categoría y para eso debes entrenar 2 o 3 horas diarias”, comenta de la Sierra.
La mayoría de los entrenamientos son en la mañana desde las 5 am, “también para huir del sol”, comenta Morales: “yo los sábados hago ‘fondo’, que es como llamamos a distancias muy largas como de 7 horas, por lo que comienzo muy temprano también para no eliminar tiempo de familia”.
Los sacrificios no son pocos. Salirse o abstenerse de fiestas y desveladas, cuidar lo que se come (no alto contenido en grasas o azúcares) y tiempo de familia, son algunos de los costos intangibles que pagan los corredores dedicados: “Te obligan a dormir 8 o 9 horas diarias y sí hay que faltar a reuniones o a pasar más tiempo con la familia”, comenta Morales.
López Neri coincide: “Sí hay mucho sacrificio al principio; salirte temprano de las reuniones o no tomar, pero sí ha valido la pena, pues es una disciplina en la que difícilmente hubiera entrado solo”.
Por su parte, Daniela dice que para ella no es sacrificio: “No me gusta tomar ni desvelarme, así que este es el modo de vida que elegí y no me cuesta trabajo. Lo que sí es que tengo una lesión en el piramidal y no logro sacarla; a todos los corredores el cuerpo nos pasa factura”.
Y es que las lesiones más comunes de los corredores son en la rodilla, gemelos, talón de Aquiles y planta del pie. Lalo Morales opina que si te lesionas la rodilla es porque corres con una mala técnica, pero coincide en que es casi inevitable lesionarse.
Más que una moda
Los runners pueden ser una moda si se corren carreras ocasionales, pero este tipo de dedicación sí implica una pasión y una vocación.
A pregunta expresa del ¿porqué corres?, los ‘runners’ coinciden en respuestas de superación: “Hay varios libros que lo explican, pero lo que te puedo decir es que a todos nos mueve un origen, el motivo para correr se basa en adicciones, agradecimiento, etc., cosas muy fuertes de cada quién, historias padrísimas que te motivan a que cambie tu hábito de vida; en mi caso me movió mucho el asunto de familia, de mis hijos…”
“… Y también demostrarme que puedo, ir venciendo retos personales. Hoy entiendo también el asunto espiritual de tener una mente fuerte, estar en paz. En los últimos kilómetros sacas lo mejor, la mente te domina muy cañón y con esto volteas la cosa y entonces en un problema, tú sabes que puede sacar más, aunque puedas parecer vencido. Y no te diría que te vuelves rico, pero mejoras laboral y financieramente, porque esos retos los trasladas a la carrera y los superas”, concluye Lalo.
Daniela de la Sierra acepta que no todos están hechos para esto: “Lo que a mí me produce es que me da pa´rriba, mientras corro no existe nadie más que yo. Aparte generas un círculo social donde todos están en el mismo canal y está padre, es una motivación social, de salud, de satisfacción personal, de fijarse metas y lograrlas, es un tema de ego; yo lo hago porque me gusta el ejercicio”.
Por su parte, Héctor reconoce que su motivación es esencialmente el físico y la salud: “Mientras corro pienso en el trabajo, familia, me organizo o veo el paisaje… a veces conoces mejor las ciudades que si estuvieras en un recorrido turístico. Me motiva estar en buena forma, el saber que después del entrenamiento voy a ir a atascarme un pedazo de carne, unas cubas o unos tacos; algunos decimos que corremos para poder comer sin culpa…empiezas a bajar de peso y ver los beneficios que te da el deporte y quieres más, es una especie de adicción y una intensidad el estar entrenando y mejorando por lo que puedes hacer. Ves los resultados al final, eres una persona saludable que estás a gusto con tu cuerpo; después te encuentras a tus amigos de la universidad y eres el único que no tiene más de diez kilos encima, es una forma de vida interesante”.