Incógnitas incómodas
Religión y tráfico de influencias: estigmas de los futuros senadores poblanos
equipo Entremás
Las campañas electorales locales se han intensificado a un grado en donde las propuestas y la sobriedad de los candidatos han pasado a un segundo plano para incurrir en provocaciones y descalificaciones que distan de hacer “política”.
Tal situación ha provocado que los candidatos al Senado de la República hayan perdido protagonismo, sin embargo, existen datos interesantes que marcarán el rumbo político de cada uno de ellos.
En el caso de la dupla del tricolor, Juan Carlos Lastiri y Xitlalic Ceja, se presenta una dualidad interesante. El ex subsecretario de SEDESOL y SEDATU ha centrado sus esfuerzos en esquemas de promoción al voto gracias a su cercanía con la iglesia católica, no en vano ayudó a Monseñor Víctor Sánchez Espinosa a que los familiares de éste fueran colocados en el gobierno federal.
En contraparte, Xitlalic Ceja ha sido más pragmática y recurre a la fórmula de la vieja escuela priista, tendiente a obtener el respaldo de transportistas y lo que todavía queda de la estructura territorial marinista.
La religión no es ajena a los miembros del blanquiazul, durante su estancia por el Ayuntamiento de Puebla, Mario Riestra ofrecía apoyos a párrocos amigos para ganar adeptos con la ciudadanía. Menuda sorpresa se habrá llevado el alcalde Luis Banck al ver que el señor Riestra utilizó a su plantilla laboral para armar su actual candidatura.
De Nadia Navarro ni qué decir después del bochornoso abucheo que recibió en la visita de Ricardo Anaya, no obstante, al haber sido seleccionada como integrante de la primera fórmula, su llegada a la Cámara Alta es más que previsible.
Los morenistas no han invocado a la religión pero sí al tráfico de influencias. Por ejemplo, Nancy de la Sierra utiliza una estructura paralela con personal que todavía labora en PROSPERA y además recibe estímulos del Ayuntamiento de San Pedro Cholula.
José Juan Espinosa no sólo es candidato a diputado local, sino que funge como coordinador de campaña de su esposa ya que obtuvo experiencia en la elección federal de 2015 cuando se entrevistó con múltiples priistas para favorecer a Nancy de la Sierra.
Respecto a Alejandro Armenta tendrá que recuperar su papel de “comediante” en este proceso electoral. Ya ha acudido a la Fiscalía General del Estado, pero todavía nos debe que vaya a Casa Puebla a bailar cumbias como lo hizo en 2016, con el entonces dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac.
No cabe duda que en las próximas semanas veremos una confrontación sin precedentes rumbo a las urnas y si los abanderados no nos brindan propuestas, sí nos dejaran grandes momentos para el recuerdo (u olvido). No habrá desperdicio.
Incógnitas por resolver
- ¿Qué habrán obtenido tanto Mario Riestra como Juan Carlos Lastiri por los favores otorgados al clero?
- ¿Realmente la iglesia jugará un papel imparcial o será utilizada como en el conflicto de Chiapas de 1994 para brindar confesiones y homilías con altas cargas políticas?
- ¿Nancy de la Sierra habrá ya actualizado los padrones de beneficiarios del gobierno federal que utilizó en los comicios de 2015 para que ahora sí consiga la victoria?
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