Puebla, resiliente
Por Santiago Sánchez León
El pasado 1 de agosto, inició el Gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, dentro de un escenario político aún pasmado. En pocos meses han estado al frente del poder ejecutivo Rafael Moreno Valle Rosas, José Antonio Gali Fayad, Martha Erika Alonso Hidalgo, Jesús Rodríguez Almeida, Guillermo Pacheco Pulido y tras una apabullante elección, el ahora Gobernador Barbosa.
No solamente es larga la lista de gobernantes recientes, sino también largo es el caudal de agravios y pugnas entre los grupos políticos, en perjuicio de la sociedad. Puebla es una sociedad dividida, lastimada, ofendida, olvidada, pero especialmente hastiada de ser un botín de quienes deberían cuidar y proteger sus intereses.
La entidad está sumergida en la inseguridad, afectada por obras públicas defectuosas o innecesarias, diezmos, reducido crecimiento económico, poca presencia en el ámbito nacional, pero especialmente hundida en una inusitada falta de cohesión.
Por lo tanto, el llamado de Barbosa a la resiliencia, entendida como la capacidad para adaptarse y superar la adversidad, es por demás pertinente para Puebla. Es indispensable sumarnos a este proceso al que somos llamados y comprometernos con una causa común, que es recuperar a Puebla.
Debemos tener presente que la tarea que Puebla tiene por delante, no depende solamente de los gobernantes, sino de manera muy especial, de los ciudadanos. De ciudadanos participativos, comprometidos, críticos, con sueños y aspiraciones, pero necesariamente con una gran resiliencia.
Es tiempo de mostrar de qué estamos hechos los poblanos, que hemos sido pieza clave en todas las grandes transformaciones del país. Que así sea.