Equipos de media tabla: entre la dispar distribución de la riqueza y la falta de proyecto
Por Mónica da Silva González
Un aficionado ahorra para un boleto; su ‘raya’ no es mucha y aún así, consigue pagarlo. Y su equipo pierde de nuevo, no hizo grandes contrataciones y lleva décadas sin ser campeón. ¿Qué hace que ese aficionado vuelva al estadio?
Los equipos llamados de ‘media tabla’ son aquellos que no tienen grandes aspiraciones al título y sin embargo, cumplen con la gran función de mantener una liga viva. Pero hay grandes diferencias entre los países en cuestión operativa, aunque los expertos coinciden en que a todos los une un gran tema: la pasión por el dinero y ver el futbol sólo como negocio.
EL CASO DEL PUEBLA FC
El Puebla FC es un caso muy especial. Es el único equipo de la Liga MX que no cuenta con instalaciones propias (el estadio es propiedad del Gobierno del Estado) y de los pocos equipos que ha tenido abiertos problemas financieros en los que difícilmente salía la quincena de los jugadores y cuerpo técnico.
Así, un equipo tiene pocas aspiraciones de crecer, porque para ello, necesita patrocinios y para obtenerlos, necesita ganar. Es un círculo vicioso.
El equipo estuvo a punto de desaparecer recientemente, como lo comenta Antonio Abascal, comentarista deportivo en TV: “La federación estaba harta de los malos manejos y en un régimen de transferencias no dejaron fichar a los López Chargoy. TvAzteca, por su parte, está en una crisis porque se le están yendo varios equipos. Tuvieron que adelantar el pago de transmisiones por 3 años y poner a un administrador y gente propia para manejar al equipo. No es oficial que sea la dueña, pero se maneja en el Ajusco”.
Con este cambio, el equipo parece tener rumbo, pero Azteca es de las empresas ‘fuertes’ que menos invierte en el fútbol, pues además tiene dos equipos: Atlas y Morelia.
El club tenía a la Volskwagen, un buen patrocinador que además, es pilar de la economía poblana: “La planta terminó harta del Puebla de Henaine y de los López Chargoy, aunque esta nueva administración los busca, la armadora les dijo “no, estoy harta de futbol y del Puebla más”, sostiene Abascal.
El futuro se ve decente, aunque no tan promisorio: “Esta administración no los ha hecho crecer pero les ha dado orden administrativo; al menos no hay falta de pagos y hay un proyecto de fuerzas básicas, hay un buen equipo de mercadotecnia que incluso se están quedando arriba de lo que el Puebla produce, pues lo quieren vender pero el Puebla no coopera”, dice Abascal.
Y es que el equipo no camina, pues dicen los expertos que la base mexicana es mediana, de jugadores que ya iban ‘de salida’ o que venían de lesiones y aunque hay contrataciones internacionales que valen la pena, coinciden en que el equipo está desbalanceado: “Ahorita hay mucha mediocridad, zona de confort de todos, somos un equipo de media tabla, ya no peleamos tanto por el no descenso pero no podemos pelear arriba y entonces ellos salen solamente a cumplir, como que juegan y ya”, concluye el experto de Puebla TV.
Para este texto, se solicitó la postura del Puebla FC, pero no se obtuvo respuesta por parte del área de prensa.
EQUIPOS RICOS VS POBRES
La dispar distribución de la riqueza también alcanza al futbol y es que en varias ligas -muy marcado en la española y la mexicana-, hay equipos de gran élite, respaldados por su fenómeno de globalización (como Barcelona y Real Madrid) o por empresas de gran capital, como CEMEX, FEMSA, Televisa y TvAzteca en el fútbol mexicano.
“Antes, por ejemplo, el Atletic de Bilbao podría competir y ganar competencias, pero a medida que Real Madrid y Barcelona se hicieron clubes globalizados, capitalizados por derecho de televisión como se maneja ahí, hace que sea casi imposible aspirar al título. Aquí en México, están detrás empresas fuertes y entra otro factor: en los 80’s había limitación de jugadores extranjeros y al abrirse ese tema, pueden contratar más y mejores, como Gignac. Ante eso, equipos como Puebla y Lobos no pueden competir”.
Hoy la liga está muy desbalanceada y hay equipos con mucho presupuesto contra otros que apenas subsisten o que tienen que ser intervenidos -como el Puebla- para poder subsistir y mantener la liga.
Para Xavier Ballesté, comentarista deportivo y experto en futbol internacional, sí tiene que ver el factor del dinero, pero el sistema mexicano le parece casi un regalo: “En este sistema todos pueden ser campeones, en otro país no pasa, los equipos de media tabla aspiran a meterse a la liguilla como si fuera un torneo completamente nuevo”.
“Hay finales que han disputado el 7 y 8 de la tabla, los 6 primeros lugares ya están comúnmente apartados para América, Tigres Monterrey etc., pero esos últimos lugares pueden ser campeones con 40% de los puntos ganados, en otras ligas mínimo se necesita el 60 u 80% de los puntos para ser campeón y no hay de otra, el que suma más puntos, gana”.
OTROS ALICIENTES
Ballesté cree que con diferentes alicientes, podría rescatarse la ‘vida’ de los equipos de media tabla: “En España, eres aficionado del Betis por ejemplo y sabes que no vas a pelear por la liga, pero puedes pelear por la Champions, la Europa league, o hacer un buen torneo y buscar la Copa del Rey. Son objetivos conscientes a tu nivel de inversión y los aficionados ya lo saben y si cumples algo de eso, puedes salir a la calle a festejar”.
Comenta que aquí la afición no está engañada pero el sistema está mal: “El problema es cuando es la jornada 5 y tienes cero puntos. Ya no aspiras ni a remontar ni a meterte a la Liga de campeones de CONCACAF o Libertadores; no hay un aliciente extra, si al final del torneo estás perdido, se te fue el año a la basura”.
LA FALTA DE PROFESIONALIZACIÓN
Por cuestiones de dinero o de desinterés, existen equipos en la liga profesional que carecen de puestos básicos en deportes de alto rendimiento, como fisioterapeutas, nutriólogos o psicólogos deportivos.
Roger Caraballo es psicólogo del deporte y trabajó un breve lapso de tiempo con el Puebla en la sub-15 y sub-16 y ha atendido de forma individual a jugadores de Lobos BUAP: “En los equipos que tienen un psicólogo de planta, algunos llegan conmigo porque no tienen sesiones individuales con cada deportista. En general, los equipos no quieren pagar a un psicólogo del deporte como parte de la plantilla”.
Actualmente Lobos BUAP y el Club Santos de Torreón cuentan con un psicólogo deportivo; se sabe que Pumas y Cruz Azul tuvieron alguna vez, pero “los equipos prefieren pagar otro preparador físico o fisioterapeuta que un psicólogo y no reconocen que un deportista se trabaja desde cuatro áreas: técnica, táctica, física y mental, porque también se compite con la mente, con los niveles energéticos adecuados, quién logra tomar las mejores decisiones, la motivación, la actitud… eso es otro entrenamiento, cómo trabajar en su sistema emocional y que no se sobrepase en momentos de estrés”, dice Caraballo.
Toño Abascal lo atribuye a la falta de dinero: “Nuevamente, si apenas alcanzaba para la nómina en el Puebla, no pueden formar el grupo interdisciplinario que tendrían que tener. Hace 25 años había doctores en equipos profesionales que no eran especialistas en medicina deportiva, ni siquiera ortopedistas. Hubo jugadores a los que les dejaron clavos adentro al operarlos y terminaron con su carrera, no hay una idea de profesionalización al cien por ciento”.
Xavier Ballesté, difiere y comenta un ejemplo narrado por Ignacio Basaguren, ex seleccionado nacional: “Él dice que los jugadores no les hacen caso porque los futbolistas sienten que ellos solos deben resolver sus problemas; decía que si les ponían un ‘loquero’ no servía, por eso pienso que deben ponerle otro nombre a ese puesto o llegar con otra estrategia a acompañarlos, porque ellos tienen una aversión a ese perfil de psicólogo”.
Sin embargo, cree que un perfil como el de nutriólogo, es indispensable: “Está el caso de Messi, cuando tenía muchas lesiones en 2009 le hicieron muchos tratamientos y hasta que le quitaron el refresco. Vieron que era un tema de demasiada azúcar. Hay que reconocer todo el aparato que tienen esas instituciones para descubrir estas cosas; en Europa sí se gastan el dinero para hacer esas investigaciones porque sí les interesa su producto”.
¿QUÉ NOS HACE MANTENERNOS FIELES?
Una afición puede crecer de diferentes formas, siendo las más comunes el apego y herencia desde la infancia -es decir, viendo a los padres o abuelos reafirmar el amor por una camiseta- o bien, por ver a un equipo ganador ya con plena conciencia y elegirlo como propio.
Caraballo cree que se reafirma el aprendizaje social desde la infancia, subrayando cuestiones de identidad: “En México nos identificamos más con el futbol que hasta con la misma política u otros aspectos de la sociedad; desde pequeños nos han enseñado y nos compran la playera de ese equipo al que el padre o la madre o los abuelos le van y nos impregnan en la cabeza que debemos irle a ese equipo, que a veces no conocemos ni a un jugador, ni cómo juegan, ni la historia que tienen, pero nos enseñan que debemos formar parte de esos colores y poco a poco empezamos a conocer y creamos esa identidad con ese equipo”.
Otro aspecto es el sentido de pertenencia y la idealización: “Todos le van a ese equipo y tú quieres pertenecer a un grupo o nos dicen ‘este equipo es grande’, entonces aún cuando vaya perdiendo, seguimos idealizando y buscamos ser parte de ese equipo y hacemos todo para ser parte de él, aún cuando las cosas sean difíciles”, comenta Caraballo.
Sin embargo, con el avance de la edad, la misma lógica y razonamiento luchan contra la emoción y el corazón, pues el cerebro sabe que el equipo no tiene posibilidades porque no contrataron a alguien valioso, por ejemplo, pero si alguien insulta a tu equipo, lo defiendes a capa y espada.
“Esa lucha es grande porque en el deporte gana el corazón; amas al equipo pero te está tratando mal, es una batalla entre ‘le está yendo mal pero yo sé que va a mejorar’; la identificación y sentido de pertenencia es muy fuerte, no sólo con el equipo, sino con lo que culturalmente implica, porque a fin de cuentas, en el subconsciente, si insultan a tu equipo, insultan a tu familia, porque tu familia ama a ese equipo”, concluye Roger.
Toño Abascal y Xavier Ballesté atribuyen una pequeña parte al regionalismo, que en España está muy marcado y aunque equipos pequeños no tienen opción de aspirar al título, tienen pequeños ‘derbys’ o clásicos que si ganan, la afición queda satisfecha. Coinciden también que hay partidos que salvan campeonatos, como que el Puebla le gane al América, por ejemplo.
CUANDO PIERDES AFICIÓN
A nivel del Puebla y en general, es comprensible el amor a la camiseta por una cuestión de apego emocional o herencia, pero el comportamiento de la Franja o equipos como Cruz Azul o Atlas, generacionalmente ya no crea nueva afición, por tanto, hay clubes que subsidian a sus fanáticos
“Nos da miedo llamarlas barras pero es lo que son, hacen lo que se les pega la gana y no sólo las subsidian los clubes, sino también los técnicos; me ha tocado ver técnicos que les piden a las barras hacer ciertas cosas y les dan boletos o regalos. En el Puebla, cuando estaba un entrenador que no le caía bien a la afición, hubo alguien que quería ser técnico que le pidió a la barra hacer una manifestación de plaza Loreto al estadio”, narra Antonio Abascal.
¿Qué pasa con la afición común, la que paga su boleto? Se hartan o se van haciendo viejas, dice Toño Abascal: “El Atlas va a cumplir 60 años sin título, el Cruz Azul ya 22 años, el propio Puebla prácticamente 30 años. Los niños no sólo necesitan este tema del arraigo a la ciudad, necesitan ver ganar al equipo y ven ganar al Tigres o América y se empiezan a identificar con ellos por más que el papá trate de influir en la decisión”.
¿Por qué la gente no va al estadio? Los comentaristas concluyen que la afición ya está cansada. Al no competir por alguna razón específica, en el deporte se pierde el sentido, no es como un espectáculo de circo que se ve la función y listo. En el futbol hay que tener un objetivo. Cuando se peleaba por el descenso, la gente iba al estadio, ahora ya no hay asistencia, tal vez por el horario o como dice Toño, por lo que el equipo comunica: “es ese burocratismo de salgo a la cancha y como que cumplo y cobro”.
Roger Caraballo habla de su experiencia con deportistas: “Se toma en cuenta el factor de presión y frustración de no lograr resultados y hay que dice ‘ok a la siguiente va a salir’ y otros se presionan y piensan en lo que van a hablar de ellos; uno me dijo que le dolió escuchar el silencio de un minuto a otro cuando les metieron un gol, porque la afición también juega un rol y también la está compitiendo con la otra afición para que no maltraten a su equipo”.
MATANDO A ‘LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO’
Los expertos concluyen que a nivel mundial -no sólo en México-, están matando a la gallina de los huevos de oro: “Están matando esa incertidumbre, como la de los 90’s, cuando no sabías quién iba a ganar un torneo; hoy sabemos que la Juve va a ganar en Italia, en España Madrid y Barcelona, en Inglaterra entre el City, Liverpool, Manchester United y Chelsea…. Eso le quita emoción a las ligas, están matando al espectáculo, por eso en Europa hay una intención muy macabra de que jueguen en una Superliga y que esos equipos poderosos ya no respeten a su liga local”, concluye Abascal.
Xavier Ballesté, sobre el caso Puebla FC, asegura que al menos, ganando de local, la gente iba al estadio: “Ahora ya ni en casa ganan y no llegan a una final desde el ’92; ¿cómo convencer a tu afición? No hay manera. Si no llegas al menos a liguillas, vas a perder otra generación de aficionados, porque si hay un futbol donde puedes ser campeón, es aquí”.
El comentarista catalán está en desacuerdo de los manejos de los dueños: “Irónicamente, en México puedes ser campeón y el siguiente torneo pelear por el descenso, no sé qué hacen los dueños porque arman equipos pero al siguiente torneo venden a todos, no hay continuidad ni proyecto. No hay seguimiento, seriedad y respeto a la afición porque venden a los jugadores, lo ven como negocio, desmantelan los equipos pues si ven que le puedes sacar lana a un jugador, lo venden”.
Concluye que el aficionado tiene un límite psicológico y que los equipos locales, tienen ahora competencia global: “En los 80’s o 90’s querías ver un partido y tenías que ir al estadio; ahora hay cable e internet y si tu equipo ya no te divierte, puedes ver al Bayern Munich vs Frankfurt… tienes una competencia a nivel de futbol global, si tu producto es malo, no lo va a ver nadie, tienes tantas cosas por ver que si aburres a tu espectador, ya no va”.