Por Marco V. Herrera*
La pandemia hizo que por primera vez se cerraran tribunales, juzgados y todas las oficinas de los Poderes Judiciales en todo el país. Los abogados se fueron a su casa y no solo un día México se quedó sin abogados sino por más de 90 días… ¿Cuál será el impacto?
Muchos abogados están desesperados, casos sin resolver, sentencias aplazadas y una de las cosas más graves, no se puede cobrar, sin solución de tribunales no se le puede exigir nada al cliente. La situación es grave.
Por otra parte, como a todos los demás ciudadanos, les quitaron su libertad, los mandaron a sus casas y les regalaron tiempo, mucho tiempo para pensar, estar con la familia, arreglar sus cosas, enfrentarse con una nueva realidad totalmente digital y aprender a tener videoconferencias vía Zoom o similares y explorar nuevas opciones digitales, con las que normalmente no les gusta enfrentarse.
Los abogados estacionados en sus casas, descubrieron el fabuloso mundo de los webinars gratis, todas las Barras, Colegios, Asociaciones y Despachos hicieron sus propias sesiones para seguir teniendo actividad, aprender o compartir conocimiento. Y ahí se veía a la horda de abogados, que jamás había tenido una sesión en Zoom, aprendiendo nuevas forma de comunicarse y descubriendo nuevos temas, tecnologías, lo que podemos decir en general que los trasformó digitalmente.
¿Pero fue eso y nada más? ¿No pasó algo más en la vida de los profesionales del Derecho en tantos días de encierro?
Tuve la oportunidad de seguir con mis clases de comunicación en una Maestría de Juicios Orales y además ofrecer un taller de diseño de modelos de negocios para despachos legales y, tengo que darles la noticia, que noté un gran cambio.
En los abogados con los que he estado platicando, tanto de actitud y sobre todo en el interés en materias que antes no les interesaba, ya sea por falta de tiempo o por la resistencia al cambio con la tendencia digital, pero me queda claro que la pandemia los obligó a ver las cosas de una manera totalmente diferente.
EN ESTOS DÍAS HE ESTADO RECIBIENDO, MÁS SEGUIDO, LLAMADAS DE ABOGADOS PARA PREGUNTAR SOBRE TEMAS RELACIONADOS CON LA ORGANIZACIÓN DEL NEGOCIO Y EL USO DE LA TECNOLOGÍA.
Con esto en mente, se me ocurrió hacer un pequeño sondeo informal, solo para medir algunas de las expectativas de los abogados ante el regreso a la nueva realidad. Les puedo decir que se nota una gran preocupación respecto al futuro, la primera y más grande preocupación es la incertidumbre sobre el sistema de impartición de justicia.
Todos coinciden en que demostró poca capacidad, se va a generar mayores retrasos y el hecho de que falta automatización y no tiene elementos para trabajar a distancia.
También coinciden en que se va a generar un ambiente de incumplimientos, retrasos en pagos, cancelaciones de actos derivados de la pandemia y que el dilema más grande será si tomar la vía de litigio, cuando los tribunales estarán con una gran desorganización, y todas las partes estarán con conflictos similares. Algunos opinan que el camino más adecuado puede ser la mediación.
A pesar de esta situación, algunos abogados se preguntan si después de la pandemia habrá clientes.
En su mayoría los profesionales del derecho entrevistados no saben si habrá clientes y el 66 por ciento opina que no aumentarán las oportunidades de trabajo para ellos y sus despachos, aunque reconocen que habrá muchos conflictos que resolver.
AL FINAL DE LA PANDEMIA Y A PUNTO DE REGRESAR A LA NUEVA NORMALIDAD, PODEMOS AFIRMAR QUE LOS DÍAS SIN ABOGADOS TUVIERON COMO RESULTADO UN BALANCE POSITIVO PARA LA PROFESIÓN
Al respecto de los aprendizajes obtenidos por los abogados durante el período de la “Sana distancia”, algunos de sus comentarios fueron:
- a) Nunca tienes todas las respuestas.
- b) Dejar de vivir inercialmente, mirar y preparar el futuro.
- c) Que se puede trabajar desde casa y que es posible implementar herramientas a distancia que permiten el ejercicio de la profesión a distancia.
Finalmente los entrevistados reconocen que tienen que aprender sobre derecho informático y sobre la utilización de la tecnología para llevar acabo de mejor manera la actividad profesional.
Al final de la pandemia y a punto de regresar a la nueva normalidad, podemos afirmar que los días sin abogados tuvieron como resultado un balance positivo para la profesión.
La pandemia indirectamente hizo el trabajo difícil con los profesionales del derecho, hacerlos entender a la fuerza la necesidad y los beneficios del teletrabajo y el racionalizar que la única manera que tendrá esta profesión de avanzar y modernizarse es a través de la tecnología.
Esperemos que los poderes judiciales hayan aprendido la lección también, y entiendan que la única manera de poder resolver toda la problemática creada por la pandemia es a través de la inversión en infraestructura tecnológica, no con austeridad republicana.
marco.herrera@ensinergia.com
*Texto íntegro y fotografía publicados gracias a la autorización del autor