¿De qué podemos hablar?
Por Malusa Gómez @marylightg
Con la sobre información que estamos viviendo, los temas a tratar cada vez se me complican más. No quiero caer en ese delirio de opinar de todo como si uno entendiera y supiera de todos. Este exceso de medios y posibilidades informativas, lejos de hacernos más conscientes o más profundos, nos han hecho más todólogos, más dizque expertos y la verdad un tanto pedantes.
Y no lo digo yo, lo dicen muchos entre ellos Umberto Eco cuando se refiere en particular a las redes sociales dice: “dan el derecho de hablar a legiones de idiotas” ciertamente un poco radical, pero algo (mucho) de razón lleva.
Es por eso que de repente me quedo sin tema o sin algo que decir, que escribir o que tuitear. Algunas veces, sobre todo en Twitter, me justifico con algo así “con ganas de decir cosas, pero para decir lo mismo que todos sin duda es mejor el silencio” y según yo con eso me hago presente y no opino por opinar.
No quiero sonar intolerante, los medios y sobre todo las redes sociales fueron hechas para eso, para que los ciudadanos de a pie tuviéramos un lugar donde decir cosas, interactuar con conocidos y desconocidos y hacer de la información algo más democrático, que ésta dejara de estar en manos de unos cuantos y crear así una sociedad mucho más incluyente, comprometida e informada.
Pero eso no es exactamente lo que ha sucedido, las redes ahora están llenas de robots que mandan mensajes que más que informar saturan y de gente haciendo campañas a favor o en contra de políticos o productos, por puro placer o por dinero. También se han infestado de grupos radicales que bajo el anonimato que da un perfil falso, se dedican a insultar, perseguir y acosar gente. En fin, una lindura, es increíble la capacidad que tenemos los humanos para estropear lo que en principio surgió para nuestro beneficio.
Así que, sin que sea pretexto, por eso muchas veces me tardo en escribir. No quiero transcribirles mi diario con temas demasiado personales, ni quiero hablar por hablar. Me parece entonces, este un buen momento para invitar no solo a la reflexión sino también a la responsabilidad que debemos asumir todos ante las redes sociales, tanto los que generamos contenidos como los que los replicamos. Ojo con lo que compartimos y a lo que le damos “me gusta”, seamos responsables de los temas que circulan y de lo que se hace viral.
