Pareciera en una impresión de bote pronto, que la polarización social que se había generado y que estaba dejando activos positivos al gobierno, ya dejó de funcionar y empieza un rebote natural.
En los 180 días que tiene el nuevo gobierno se habló ya de varias renuncias, todas habían sido controladas, ya se dio la primera que no pueden controlar se va el Director General del IMSS.
Los partido de oposición no saben cuál es la ideología con la que trabajan las nuevas propuestas, ¿se puso de moda ser de izquierda?, ¿el PRI se instalará en el centro izquierda?
La promesa del partido Morena en campaña fue cambiar todo. Lo que se ve en estos primeros meses es una compleja realidad en donde las cosas siguen igual e incluso están empeorando.
Un memorándum de la Presidencia puso en tela de juicio la observancia de la Constitución y creó un escándalo social. ¿Es válida esta estrategia de comunicación para gobernar?
Se habla de libertad de expresión, pero se siente una presión invisible para los que critican al gobierno, la denuncia de Rafael Loret de Mola lo demuestra y se agrava el panorama.
El ritmo de las “mañaneras” marcó la agenda en los primeros 100 días, sobresaltos matutinos, preguntas y respuestas de todos tipos, pero la constante fueron respuestas a supuestos ataques.
La tecnología ha creado herramientas para ayudar y facilitar la comunicación entre humanos, hoy, el paradigma es que los humanos estamos automatizando nuestra comunicación.
