No quiero sonar intolerante, los medios y sobre todo las redes sociales fueron hechas para eso, para que los ciudadanos de a pie tuviéramos un lugar donde decir cosas, interactuar con conocidos y desconocidos y hacer de la información algo más democrático
Lo que sí puedo decir que para mí es una regla, es que, si el principio de un libro me atrapa, el resto del libro será una gozada; y por el contrario, si no lo hace, el proceso de engancharme con la historia y seguir leyendo será un poco más complicado.
Según dice el diccionario, una leyenda es una “narración popular que cuenta un hecho real o fabuloso adornado con elementos fantásticos o maravillosos del folclore, que en su origen se transmite de forma oral”. Y eso es exactamente lo que sucede con la famosa “Casa de los Enanos de Puebla”.
Después de dos días de visitar algunos municipios lejanos a la ciudad de Puebla, caminar por sus calles y platicar con la gente, me doy cuenta que si bien sí soy sensible y empática, lo que yo sé del dolor y necesidad de nuestra gente es más bien poco.
Finalmente llegamos al Ganges, uno de los destinos obligados y más comentados cuando uno decide visitar la India.
Visitamos Khajuraho una ciudad pequeña con una población más o menos de 38 mil habitantes, uno de sus mayores atractivos – o el mayor – es un conjunto de templos hinduistas que se distinguen por sus esculturas eróticas.
La siguiente visita y una de las razones por las que se viaja la India es El Taj Mahal, ¿quién no ha oído hablar de él? o lo ha visto en una foto o en una película.
Detrás de algunos de esos ojos maravillosos, hay nombres propios. Surendra Singh Malyawas, para nosotras “Sur” por aquello de la pronunciación correcta.
