Presentación del libro “¡Es que no me Entiendes!”
Por Malusa Gómez
@marylightg
Les comparto el texto que escribí para la presentación del libro de Pilar Montes de Oca (@Palabrafilica), primero lo presentamos en la Librería Rosario Castellanos en CDMX y después en Puebla, en Profética.
Y dice así:
Desde hace ya algunos ayeres, Conozco a Pilar, y si hablar con ella es divertido, leerla es aún más; porque es capaz de mezclar seriedad con humor, de aligerar lo pesado, de profundizar sin provocar bostezos y de ser inteligente haciéndonos reír.
Este libro no es la excepción a su estilo, es un libro lleno de comentarios e historias de la vida real que dan risa, pero que hacen pensar y reflexionar en uno de los problemas más cotidianos a los que nos enfrentamos: La mala comunicación entre hombres y mujeres.
En las primeras páginas nos encontramos con una pregunta sencilla pero casi imposible de responder ¿Por qué existen tantos problemas de comunicación entre hombres y mujeres si hablamos la misma lengua? Y al no saber qué responder nos damos cuenta de que ahí está no solo el meollo del tema de este libro, sino la causa de un sinfín de lágrimas, pleitos, gritos y sombrerazos de la vida.
Pero no hay que sentirnos culpable, sobre todo las mujeres que somos culposas, pues resulta que, según nos va explicando Pilar, estamos marcados y fregados, ya que la naturaleza y la cultura se entrelazan para hacernos ser quienes somos. Y desde que nacemos nos etiquetan con el rosa y el azul, el cochecito y el juego de té, las faldas y los pantalones, el futbol y la gimnasia y así nos podríamos seguir toda la tarde.
Este es un libro bien documentado y con muchos datos serios e ilustrativos. Resulta, que según dicen los estudiosos, sí existen personas con cerebro masculino y personas con cerebro femenino. Los primeros se expresan de forma plana, clara y directa y las segundas dan más rodeos, se van a los extremos y son más rebuscadas, y ahí es donde la burra torció el rabo, es como querer tocar un LP en un reproductor de discos compactos.
CITO: “Él puede estar enojado, ella indignada. Ellos expresan de forma más monótona, ellas tienden a mostrar más las emociones, riéndose, alzando la voz o gritando y, en general, son más expresivas en el sentido teatral”.
Pilar, nos habla de estereotipos que sin duda nos han ido marcando socialmente: “mariquita, sexo débil, hombruna, marimacha, los niños no lloran y un montón más”. Detalles sutiles que nos van separando y nos llevan al ¡Es que no me entiendes! Que hoy nos ocupa.
Para acabarla de complicar, llegan las nuevas tecnologías y con ellas los mensajes de texto, los whatsApp, chats y demás modalidades, y ahora si la cosa se pone color de hormiga. Porque antes, al menos teníamos la posibilidad del ver al otro a los ojos, analizar sus movimientos y sacar conclusiones de por dónde iba la cosa. Ahora todo este contexto nos lo da el sentido común, el grado de enojo, el grado de histeria, paciencia, amor, confianza es decir la subjetividad en su máxima expresión.
Resulta que hay códigos en este tipo de comunicación, como por ejemplo que las MAYÚSCULAS son gritar, que las palomitas negras son entregado, las azules leído y ahora los más mañosos o hábiles pueden bloquear el color y hasta su estado (es decir cuándo fue la última vez que se conectó o si está en línea); complicando muchísimo más este ya complicado asunto de la comunicación entre hombres y mujeres.
En el libro hay casos de la vida real, de conversaciones de este tipo que ilustran a la perfección cómo se va perdiendo la compostura a lo largo de una conversación y lo peor es que podemos verlo en tiempo real, Sí en tiempo real pues los chats cuentan con hora y minutos para poder medir de cuánto es la paciencia del desesperado receptor o receptora.
El tema no es de risa, según los datos que nos comparte Pilar 28 millones de separaciones de los últimos años han sido causadas por problemas de comunicación en Redes Sociales.
Quién no tiene un conocido que sin darse cuenta respondió una imprudencia en el chat equivocado, porque cuando pertenecemos a un grupo de WhatsApp TODOS en algún momento de la conversación grupal, utilizamos el chat alterno para criticar lo que pasa en el grupo y la posibilidad de equivocarse es enorme.
Y lo más alarmante de todo lo que nos plantea el libro, es que en realidad no hablamos de problemas de comunicación, más bien hablamos de problemas de poder. Y aquí aparece el famoso “sexo débil o segundo sexo” y estereotipos como que “todas las mujeres manejamos mal” o que “ningún hombre puede hacer dos cosas a la vez”.
A lo largo de este libro, no solo la pasarán bien también aprenderán y encontrarán información no para dejar de tener problemas de comunicación, pero si para saber por qué los tiene, que la verdad es un gran paso.
No se pierdan en la última parte algo que Pilar tituló como BREVE GUÍA DEL FEMEÑOL Y DEL MASCULINÉS sin duda una joya para todos los que gustamos de la lengua.
