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Mis andadas V

Mis andadas V

Por Malusa Gómez*

Se abre el telón, entran los músicos, se acomodan, afinan y esperan la llegada del director. Este entra, saluda al primer violín, mueve su batuta y arrancan. Nos dan una probadita tipo popurrí de lo que escucharemos a lo largo de dos horas.

En el escenario vemos a un grupo de solados en una plaza de Sevilla que esperan el cambio de turno, hablan de todo y de nada en un murmullo inteligible. Suena una campana, aparecen las cigarreras y con ellas Carmen, mujer despampanante que mientras coquetea con todos canta la famosa habanera: “el amor es un pájaro rebelde…” y sin más le tira una flor a Don José y ahí empieza la historia.

¿Ya adivinaron?

Fui a la Ópera a ver Carmen de Bizet en el espectacular Palau de la Música Catalana. Un teatro insuperable, aunque según me dicen los que saben del tema el mejor lugar para eso en Barcelona es el Liceo, espero pronto comprobarlo.

El Palau es una joya del Modernismo Catalán que está en la calle San Per Mes Alt, hasta el nombre de la calle es bonito. Fue construido por el arquitecto Lluis Domenech i Montaner entre 1905 y 1908 sobre el terreno en el que se encontraba el claustro de la iglesia de San Francisco. San Per Mes Alt es una calle estrecha y curva que, si bien abraza y le da un ambiente antiguo al recinto, también dificulta su admiración pues estaría muy bien poder ver el edificio desde más lejos para poder admirar y descifrar cada uno de sus elementos, que no son pocos. Es un edificio recargado de esculturas, vitrales, hierro forjado, mosaicos y colores es decir un digno representante del peculiar estilo modernista de por estos rumbos.

Entre las historias que se cuentan, una que llamó mi atención fue la de la visita de Francisco Franco (el dictador) en 1960, en la cual se pretendía cantar el “Cant de la Senyera” himno del Orfeón Catalán y en catalán, a la mera hora el generalísimo prohibió que se cantara ante el disgusto de los ahí presentes quienes en protesta lo cantaron a capela y a todo pulmón sin importar las represalias que sin duda llegarían por parte del régimen franquista.

Carmen se estrenó un 3 de marzo de 1875 en la Opera Comique de Paris, sin demasiado éxito la verdad y con algunos tintes de censura. Tres meses después Bizet murió de un ataque al corazón sin saber que Carmen marcaría el final de la separación que se solía hacer entre las óperas cómicas y las serias. Finalmente se reconoció su valor y genialidad en octubre de ese mismo año cuando la estrenaron en Viena y cantada en alemán.

No soy para nada consumidora de ópera y mucho menos conocedora, pero me había tocado que a un lado del escenario hubiera una pantalla con la traducción de las letras, al final la idea no es ir a escuchar música sino ir a ver una obra de teatro cantada. Te están contando una historia, en el escenario están pasando cosas y esta vez nos las contaron en francés y sin letreritos. Menos mal que mis amigas y yo fuimos precavidas y leímos el argumento un rato antes de que empezara para refrescar nuestra memoria y recordar de qué iba la historia, con lo cual nos enteramos bastante bien de lo que estaba pasando.

Aunque sin duda no vimos la mejor versión de Carmen de Bizet, sí disfrutamos mucho la música, el lugar y sobre todo la compañía en una noche cultural por Barcelona.

*Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Entremás.mx.