Por Marco V. Herrera*
¿Qué vamos a hacer con el concepto de felicidad cuando en este año del 2020 enfrentamos sentimientos encontrados y fue un año que sufrimos soledad, frustración, desconsuelo, ira, muerte, desesperación y la disminución de los negocios, la falta de empleo, enfermedades y miedo, mucho miedo?
Termina el año y la pregunta es ¿seremos capaces de felicitar a la gente, como era tradición en los otros años; seremos capaces ante el escenario tan difícil que estamos viviendo como humanidad de pensar en felicidad?, ¿lo sentimos y tenemos el ánimo para sacar algo de esa, al parecer una vieja emoción que no tiene mucho sentido?
Por lo que el reto para esta temporada y para el próximo 2021 es ¿Qué hacemos con la felicidad?, ¿es suficiente estar vivo, sano y con lo básico para sobrevivir?
Para mí la respuesta es fácil, por supuesto que sí, es más que suficiente y si lo vemos con óptica positiva de hecho es maravilloso, y por supuesto vale más que el viejo concepto de felicidad que fuimos distorsionando en los últimos años.
Ahora lo primero que se me viene a la mente ante este forzado cambio de concepto, es agradecimiento. El agradecimiento que debemos tener por el poder ver y valorar nuestras vidas desde un lugar diferente, y solo me cabe pensar, caray, ¿el universo tuvo que hacernos pasar todo esto para lograr que la humanidad regresara a los conceptos básicos para disfrutar la vida?
Considero que por lo cercano de la situación que estamos viviendo, es posible que aún no tengamos la distancia adecuada para ver algunos beneficios que toda esta desgracia nos ha entregado.
Es cierto que la pandemia nos quitó la libertad, pero a cambio, nos ofreció lo que más pedíamos, pero no apreciábamos: el tiempo, ese que no teníamos a lo largo del día para nosotros mismos y que nos reclamábamos por no aprovecharlo, además, la pandemia nos obligó a estar en ese lugar en dónde menos estábamos y que es el lugar más sagrado, nuestro interior y después en nuestro hogar, en dónde nos forzó a pasar el tiempo reconociéndonos y creando una nueva visión de nosotros mismos y del mundo, y también la obligación de convivir con nuestros seres más queridos, para conocerlos también desde otra óptica, creo que dentro de toda la desgracia humana a nuestro alrededor. Esto fue maravilloso.
¿Qué sigue, qué hacemos? Psicólogos y expertos dicen que la felicidad, como la conocíamos en los últimos años es una emoción que nace de nosotros pero enfocada hacia el mundo exterior, bajo esta lógica el ánimo general de las personas en este momento no genera esta emoción y para acabarla de complicar el mundo exterior está muy dañado.
Por lo que para el 2021, se está proponiendo regresar a la base del concepto de la felicidad, bajo el estricto concepto ético de Aristóteles llamado eudaimonía que dice que el humano busca la felicidad por sí mismo, desde adentro, bajo el término de hacer la vida deseable y para lo que no necesita nada, solo el buscarla en el sentirse bien y satisfecho, en ser perfecto y autosuficiente; no buscando la felicidad en el placer, el honor y las riquezas, que son malas cuando se llevan al extremo.
Aristóteles se refirió a este término como florecimiento, que en su forma simple con el tiempo se convirtió en felicidad.
Es por eso que en mi opinión la felicidad queda en el pasado y ahora el nuevo camino es pensar en que tenemos que florecer, vivir de una manera sencilla, con bienestar y si a esto sumamos el concepto el de la filosofía de Buda, que dice que la felicidad está en el reconocimiento, tratamiento y sanación de nuestro sufrimiento a través de la compasión, tenemos una nueva fórmula y concepto de felicidad: el simple camino de buscar estar bien con nosotros mismos.
En 2011, el psicólogo Martin Seligman completó su teoría del bienestar humano (felicidad) bajo un modelo que llamó en inglés PERMA: P de Positive emotions (emociones positivas); E de engagement (conexión emocional); R, Positive Relations (relaciones positivas); M, Meaning (significado) y; A de Accomplishment, (logros).
Como se puede ver la formula es sencilla, si buscamos generar emociones positivas, tener conexiones emocionales para relaciones positivas, con un profundo significado dentro de nosotros y que todo eso genere logros personales, estoy seguro que nuestra vida en el 2021 será mejor que en estos difíciles tiempos.
En este fin de año y desde lo más profundo de mi corazón, esto es lo que les deseo a ti y a tus seres queridos: que por favor florezcas en el 2021.
