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Conversaciones de carne y hueso

Conversaciones de carne y hueso

Conversaciones de carne y hueso

Por Malusa Gómez @marylightg*

¿En qué momento nos dejamos de mirar a los ojos? Y aunque suene cursi, es verdad. Pongan atención a su alrededor; en la calle, los restaurantes, el transporte público y fíjense cómo casi todos están clavados en sus celulares, sin poner atención ni en el paisaje ni en las personas que los rodean. Sin exagerar, en más de una ocasión he podido ver mesas enteras en las que todos sus comensales ven sus celulares y no pelan a los que los acompañan. Y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Me acuso de ser celular adicta y que en más de una reunión he estado pendiente de las redes sociales en lugar de dedicarme al cien a quien me invitó a convivir, las cosas como son.

Todo esto me viene a la mente, a partir de una noticia que encontré en Internet sobre una biblioteca humana que existe en Copenhague desde el 2000. Resulta que los daneses empezaron a ver ciertas actitudes racistas en sus jóvenes y decidieron buscar una solución. La idea era hacer convivir a diferentes razas, creencias y realidades sociales. Para que lo jóvenes entendieran que la riqueza está más en las diferencias que en las similitudes y que en el mundo cabemos todos.

A simple vista es una biblioteca común y corriente, con sus mesas para estudiar y consultar libros. Lo que no es tan común, es que cuenta con una área llena de sillones como para conversar, porque de los que se trata es de eso, ir a sentarse ahí a platicar viendo a los ojos al otro.

Tienen un catálogo de gente y temas. Si estás interesado y además sabes de algún tema pues te agregan al inventario, no dan ninguna información de la persona, es decir no te dicen qué tipo de persona será con la que vas a platicar, únicamente un correo electrónico o número de teléfono para hacer el contacto y quedar, y se explica cuáles son los temas posibles. La primera reunión tiene que ser mínimo de 30 minutos. La idea me parece muy interesante para muchas actividades: sentarse con un experto que te explique esas materias que te están costando trabajo, profundizar algunas cosas de las que ya sabes pero quieres escuchar otro punto de vista, adentrarte a temas totalmente ajenos a ti, o simplemente charla con alguien de carne y hueso, lejos de los tutoriales y videos que últimamente tanto nos ocupan.

*Imagen publicada gracias a licencias Creative Commons

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