Diseñando redes sociales más sanas
Por Enrique Dans*
Un prototipo de rediseño obtenido de Instagram muestra una propuesta con una característica especialmente llamativa y que no es en absoluto habitual en la filosofía de su empresa matriz, Facebook: la desaparición del contador de Likes.
La idea que subyace tras dicha eliminación sería la reducción del componente competitivo de la red social, que tiende a generar actitudes tóxicas o poco sanas en sus usuarios y a incentivar todo tipo de comportamientos no genuinos que rayan en lo obsesivo, y que si bien es sabido que provienen de la propia naturaleza humana, pueden ser posiblemente desincentivados con los cambios de diseño adecuados. En el esquema propuesto, únicamente la persona que sube una publicación podría ver el número de Likes que obtiene, con el fin de evitar una competencia en base a ese parámetro.
La transición desde una red social sana en la que las personas comparten sus contenidos hacia una especie de agotador concurso de popularidad permanente es algo que hemos visto en muchas ocasiones, un comportamiento tóxico que muchos identifican con la obsesión por las métricas, con el fomento de una competitividad en función de las variables de uso que la propia red social genera. Que un usuario de Instagram identifique su mejor fotografía como aquella que obtuvo un número de Likes más elevado o que se sienta frustrado cuando alguna no alcanza un número de Likes determinado es, en realidad, una manifestación de comportamiento gregario que puede o bien adoptar una manifestación razonablemente inofensiva que cualifica el éxito en atención como una simple variable más, o convertirse en una especie de obsesión que lleva a algunos incluso a gastar dinero en Likes y seguidores falsos, o a utilizar esquemas peregrinos para destacar.
Algunas redes sociales como Snapchat han adoptado desde sus inicios una filosofía similar a la que Instagram parece ahora proponer: ocultar las métricas que podrían convertirse en objeto de una competitividad malsana, y centrar la operativa de la red en otros elementos, lo que podría fomentar modelos de comportamiento más genuinos. En el caso de Instagram, una de las críticas más generalizadas a su evolución es precisamente la que afecta a su industrialización, a la obsesión con obtener más Likes a toda costa y con llegar a ser un influencer. Quitar de la vista el número de Likes sería una manera de intentar que los seguidores de un usuario se fijasen más en lo que comparte en lugar de en el número de Likes que obtiene en sus publicaciones. Indudablemente, si llegase a generar un cambio en este sentido, podría reducir notablemente la presión sobre los usuarios y llegar a resultar sumamente refrescante.
*Texto íntegro, publicado gracias a licencias Creative Commons