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“El trabajo es socorrido, aunque sea sucio”: empleado de limpia

“El trabajo es socorrido, aunque sea sucio”: empleado de limpia

“El trabajo es socorrido, aunque sea sucio”: empleado de limpia

Por Mónica da Silva González

Limpiar siempre ha sido un oficio de servicio, pero recoger basura va más allá: enfrentarse con olores hediondos de putrefacción, heces y desperdicios o incluso texturas o líquidos que las bolsas no aguantan, es un reto para cualquiera.

Sin embargo, Agustín*, empleado del servicio de limpia del municipio de San Andrés Cholula, lo toma con filosofía: “Viendo otros trabajos, está un poco mejor porque nos regalan un refresco, una moneda o una galleta; es socorrido este trabajo, aunque es un poco cochino”.

Y aunque dice que la gente no valora su servicio, en los fraccionamientos los tratan cordialmente: “Hay veces que llega navidad y regalan algo, pero en la cabecera de municipio, nos tratan con la punta del pie”.

Un día en la vida del empleado de limpia

La jornada de trabajo de Agustín es de 7 a 3, aunque casi siempre sale más tarde por detenerse a comer o dependiendo de la cantidad de basura generada: “Cada carro hace dos calles, pero los lunes salimos como a las 6-7, ya que como a la una de la tarde, se llena el carro y hay que ir a tirar la basura al relleno sanitario y regresar”.

El relleno sanitario se encuentra en la carretera que va hacia Calpan, sobre la federal a Huejotzingo; ahí llega la basura de 22 municipios. Pareciera que dos calles se hacen en poco tiempo, pero cada una tiene diversos fraccionamientos con 90 casas en promedio, por lo que la recolección se hace más tardía.

Al inicio del día, se verifican los camiones y las condiciones generales para trabajar; posteriormente se hacen los recorridos -incluyendo el viaje hasta el relleno sanitario- y al final del día, se va a entregar el camión.

En el camión son el chofer y de 2 a 3 ‘ayudantes’, como denominan a quienes recogen las bolsas y las tiran al camión: “Yo fui ayudante cuando inicié desde que el PAN entró a gobernar San Andrés, que suman 6 trienios y ahora el de 4 años 8 meses”.

Del servicio público al privado

Agustín cuenta que a partir que el ayuntamiento concesiona el servicio a un privado, los liquidaron del ayuntamiento para recontratarlos en la empresa Pro-Faj Hidro Limpieza, que obtuvo el permiso para operar durante 30 años en ese municipio: “Por un servicio de veintitantos años, me tocaron 55 mil pesos, no nos liquidaron bien”.

Actualmente se desempeña como chofer y su sueldo es de aproximadamente dos mil pesos semanales, sumando una canasta básica (vales) de otros 200 pesos: “Es menos cansado, pero hay partes donde me tengo que bajar a ayudarlos, cuando hay toneles o contenedores que se acumulan o se amontona la basura en tambos”.  A los ayudantes les pagan $1,600 pesos semanales aproximadamente.

¿Qué es lo más difícil de este trabajo?

Sin duda lo primero que comentan Agustín y sus compañeros es que es físicamente extenuante la dinámica de trotar tras el camión, cargar las bolsas, echarlas al camión y trotar un poco más para alcanzar el camión que ya ha avanzado: “Hay que tener mucha condición, pero también saber las mañas de vaciar un bote”.

Otra dificultad son las de dejar los botes en su lugar: “Siempre trata uno de que quede limpio, si llega a caerse algo, hay que recoger y dejar los botes en su lugar para evitar reclamos”, dice.

Separar la basura en casa SÍ sirve

El dicho popular actual es “para qué separo la basura si en el camión la revuelven toda”.  Pero Agustín comenta que sí sirve separar, incluso para que no se mezcle con la orgánica: “La empresa tiene sus pepenadores propios en el relleno sanitario, les pagan y ellos separan; es más fácil cuando ya todo viene separado”.

Asimismo, el Ing. Juan Rodríguez, encargado del área de recolección de la empresa Pro-Faj Hidro Limpieza, comenta que la planta separadora cuenta con bandas transportadoras, rompedores de bolsas, personal capacitado y toda la infraestructura para separar la basura de forma segura y ordenada, reconociendo que cuando viene separada, es mucho más fácil procesarla.

Reciclable= negocio; empresa dice que es por medio ambiente

Cuando el servicio de limpia estaba a cargo del estado, los mismos miembros de cada camión, iban separando la basura y ‘amarraban’ en el techo todo lo que fuera reciclable, sobre todo, cartón, PET, latas, Tetrapak y demás residuos fácilmente identificables como tal.

Agustín menciona que desde que entró la empresa, “ellos formaron sus acuerdos y ya no nos dejan reciclar; antes sacábamos 200-300 pesos y se repartía entre los del camión y salía tal vez para el lunch del día, pero la empresa ya no deja hacer eso.  Ya tienen sus pepenadores propios en el relleno sanitario; les dan una lana, pero lo que se vende es para ellos (empresa)”.

Si cada camión obtenía un mínimo de 200 pesos diarios de material reciclable, esto da un total de 6 mil pesos mensuales, que multiplicado por diez camiones operando en la actualidad, suman 60 mil pesos al mes.

Pero el Ing. Rodríguez argumenta sus razones para hacerlo: “Es antihigiénico, peligroso para ellos porque a veces hay jeringas y la recolección se atrasaba mucho; rutas que se hacen en 7-8 horas las hacían en 12-14 horas. Es mejor que la basura vaya a la planta separadora y ahí se encargan, pues se cuenta con bandas transportadoras, rompedores de bolsas y todo especial para la separación”.

Insiste en que más que un negocio, esto se realiza por un tema ambiental: “El recuperar algún material no significa un monto exagerado, a veces es más el gasto que se genera al reciclar que lo que se pueda recuperar; es un tema ambiental. Además, antes terminaban muy noche y el municipio no les pagaba casi nada y de ahí generaban sus ingresos, aquí les damos Infonavit, IMSS, todas las prestaciones de ley y su sueldo es competitivo en comparación con las empresas de este ramo”, concluye.

La empresa Pro-Faj Hidro Limpieza lleva operando un año y 7 meses en San Andrés Cholula y pertenece a Grupo CIPA. Se lee en su sitio web (www.grupocip.com.mx)  que cuenta con más de 40 años de experiencia en manejo y reciclaje de residuos, además de tener planta de compostaje y digestores anaerobios (microorganismos descomponen material biodegradable).

Un trabajo peculiar

La basura es una extensión del amplísimo universo en el que se desempeña un ser humano, por lo que es posible encontrarse cosas que no sean exactamente desechos. Agustín dice que hay de todo: desde pornografía, hasta ropa en buen estado o incluso algún billete.

Al preguntarle cómo lo trata la gente, su respuesta es noble: “Bien, hay veces que nos dan un refresco, agua o galleta, según como uno trate a la gente lo van a tratar”, aunque después reconoce que hay quienes lo miran con desprecio o con coraje, si es que alguna vez los botes no están en su lugar o se cayó un poco de basura.

El olor es algo que resalta entre las mínimas quejas del optimista Agustín: la fruta podrida, los perecederos y las heces de los animales que tiran junto con la basura, es lo principal que nombra como algo que puede dar ‘asco’ a él o a sus compañeros: “Por eso, si vas a pepenar, a fuerza es con guantes. No sabes qué te vas a encontrar”.

*su nombre ha sido cambiado por solicitud de anonimato de la fuente

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