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Más allá de la prohibición de bolsas de plástico

Más allá de la prohibición de bolsas de plástico

Más allá de la prohibición de bolsas de plástico

Por Mónica da Silva González

En el 2018 comenzó el auge ambientalista de prohibir el uso de bolsas de plástico en varios estados de la República mexicana. Primero fueron Veracruz, Baja California y Querétaro -en ese orden- y siguen su ejemplo ya en proceso Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, San Luis Potosí, Durango, Jalisco (uno de los principales productores de desechables en el país, donde se afectarían a 40 mil trabajadores), Nuevo León (en donde también se prohibiría el unicel), CDMX y ahora Puebla.

Las multas por infringir esa prohibición van desde los cuatro mil hasta los 300 mil pesos. Sin embargo, hay sectores de la población aún confundidos por una sola pregunta: ¿cómo tirar la basura?

En el caso de los popotes, las opciones son varias y van desde el agave, aguacate o metal, pero para las bolsas, el mercado está más restringido y sobre todo, más caro.  ¿Cómo pedirle a una familia que apenas vive con el mínimo que adquiera estos productos?

Otra opción es ‘a la antigüita’, sacar el bote en el momento exacto que venga la basura.  Aquí se presentan dos problemas: 1) la disponibilidad de tiempo que se debe tener para esperar al camión -que no siempre es puntual- aunado a los horarios dispares de recolección -algunos incluso de madrugada-  y 2) tener que lavar el bote de basura lleno de productos en descomposición.

María, de 68 años de edad, comenta que está de acuerdo en salvar al planeta y tomar medidas, pero que “las nuevas generaciones no saben lo que es lavar los botes de basura con días de podredumbre, es un olor que vomitas”.

Por su parte, grupos de ambientalistas en Facebook dicen que es posible organizarse en fraccionamientos para separar basura y algunos hasta se ofrecen para pasar por la basura orgánica y llevarlas a sus propias compostas.

El problema es que no hay suficientes voluntarios para cubrir todas las necesidades del estado y mucho menos hay tantas casas que puedan albergar una composta.

¿CÓMO LE HACEN OTROS ESTADOS?

Los gobiernos exhortan a que se deben usar ‘productos biodegradables o materiales reutilizables’.  En internet, sobran consejos y tutoriales, aunque algunas implican también recursos y tiempo sin resolver a fondo, como hacer bolsas con papel periódico, ya que 1) la venta de impresos va a la baja y también contamina y 2) no todas resisten la basura orgánica por mucho tiempo.

Asimismo, hay libros como el de Yurena González “Mejor sin plástico” lleno de tips similares.  Pero ¿cómo le están haciendo en los estados donde ya está aprobado?

En Querétaro, está prohibido dar bolsas en el supermercado, tiendas de conveniencia o departamentales, pero sí se puede comprar bolsas de basura en el súper, aunque no sean biodegradables: “Es un poco irónico, ya que las bolsitas para la fruta y verdura, siguen existiendo… sólo prohibieron las de afuera, las de la salida del súper o de Oxxo”, comenta Paola, de 39 años.

Claudia García Marañón, coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la Ibero Puebla, comenta que todo esto tiene que ver con el espesor de la bolsa: “Se va a intentar regular sobre todo las que se dan en establecimientos comerciales, es muy difícil regular el uso por afectaciones a nivel económico, sin embargo, en países donde se ha puesto un impuesto al plástico, se redujo considerablemente su uso, son medidas que se toman para la protección del medio ambiente y hay que equilibrarlo con las cuestiones económicas, y tiene que ver con la conciencia del daño porque como dice qué va a pasar con la basura , dónde la vamos a tirar, etc.”

OTRA OPCIÓN: COMPOSTAR

Varios ambientalistas y personas conscientes de ayudar a la naturaleza, tienen compostas o desean realizar alguna pequeña en su hogar, investigando en tutoriales de YouTube o en las comunidades a favor del medio ambiente de su estado.

La académica de la Ibero Puebla es consciente de que la mayoría de los mexicanos no puede tener una composta en casa, pero es partidaria de que todos podemos tener conciencia del manejo de los desechos: “Podemos saber qué se puede reciclar o qué no, cómo manejar los desechos orgánicos, tiene que ver con un modelo de consumo que tenemos. Hay opciones que no contemplamos justamente porque estamos acostumbrados a una manera de vivir, pero estamos llegando a un punto del medio ambiente que no hay cuenta para atrás”.

Si bien las viviendas modernas no cuentan con espacio o jardín para compostar, existen proyectos que van por la basura orgánica a domicilio, como el propuesto por una exalumna de la Iberoamericana que en sociedad con una profesora llamada Enriqueta Diego y su empresa, Ecoterra, recogen los desechos y los compostan, sacando una utilidad de ello.

La composta se forma por la descomposición de productos orgánicos y esta sirve para abonar la tierra. Es un proceso en el que no interviene la mano del hombre, el reciclaje es 100% natural.

Para hacer composta tienes que:

1.- Hacer un hoyo de 1m por 1m y de 30 a 50cm de profundidad (en la tierra), también puedes utilizar un contenedor de madera.

2.- Coloca en el fondo una capa de aserrín para evitar malos olores y conservar la humedad.

3.- Coloca productos orgánicos como pedazos de fruta, verduras, cáscaras de huevo, frijoles, arroz, etc. (si tu familia deja algo a la hora de la comida que ya no se vaya a comer eso te puede servir para tu composta). Si está muy seca agrega un poco de agua para conservar la humedad.

3.- Cubre los desperdicios con una capa de aserrín.

4.- Cubre el hoyo con una capa de tierra.

5.- Cada 8 ó 10 días debes remover la composta con una varilla para oxigenarla.

Si al remover tu composta ves que hay hormigas NO LAS MATES ya que ellas ayudan al proceso de descomposición.

¿CUÁNDO ESTÁ MI COMPOSTA?: Después de 6 a 8 semanas tu composta está lista pero antes de usarla tienes quitarle todas las piedras que se formaron y si quieres más composta puedes usar las piedritas también.

UNICEL Y PLÁSTICO: EL LASTRE DEL ‘TAKE OUT’

Ya sea en entregas a domicilio o en compras de comida en plazas comerciales, todos los locales entregan la comida en envases desechables de plástico o unicel; pocas son las empresas que invierten en envases desechables biodegradables como 100% Natural, ya que la medioambientalista, es una filosofía que va pegada a la marca en sí.

En Nuevo León, muchas marcas sí entregan en biodegradables y productos reciclados, ya que estudiaron que en ese mercado, ser eco-friendly da un plus a su marca.

Pero en varios centros comerciales, a pesar de comer en el lugar, las entregas de alimentos son en plástico o unicel, en vez de loza.

POSTURA DEL LEGISLATIVO

La diputada Nora Merino Escamilla, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Congreso del Estado, puntualizó que esta iniciativa sólo alcanza la prohibición de popotes y bolsas de plástico de un solo uso, es decir, para acarreo y transporte de mercancía.

Sobre el panorama, lo ve positivo: “Esta iniciativa sale de la Junta de Gobierno y coordinación política del congreso firmada por todas las bancadas, entonces tenemos el apoyo de todos los diputados. Lo que estamos observando -después de mucho análisis- es la importancia que tiene que la basura no es el problema, sino en la cultura, educación y en lo que debe ser, porque actualmente creemos que NOS DEBEN dar una bolsa”.

Merino Escamilla dijo que ha tenido acercamiento con COPARMEX y los empresarios han reaccionado de forma positiva: “Si bien nos manifestaron que puede haber afectaciones si se hace de prisa, han estado enterados y sumados al llamado que hicimos para hacer trabajo conjunto y periódico a lo largo de este año para tener un 2020 ya sin bolsas”.

Sobre una segunda etapa de retirar unicel o plástico de la comida rápida -take out- o en las plazas comerciales, la diputada aceptó que se revisarán estos casos pero se escucharán a todas las voces: “Tuvimos una reunión con una empresa de unicel que está en Puebla y con una asociación que se llama ‘El unicel sí se recicla’ , para escuchar a todos y es interesante cómo nos plantean que por la producción contamina casi el doble un vaso de cartón que de unicel, lo que nos lleva a replantearnos a dónde queremos ir, no tapar un problema para destapar otro, aunque sí tenemos que optar por materiales que duren mucho más, entonces esos temas sí los revisaremos”.

Nora Escamilla comentó que urge también revisar el tema de reciclajes y la separación de residuos sólidos en la recolección de basura, para que no se junte en el camión: “Siendo respetuosos del 115 constitucional -autonomía municipal- queremos proponer cierta normativa y ver de qué manera todos los municipios, si bien tengan el derecho de tener su concesión con quien quieran, que incluyan separación de residuos sólidos, que la basura deje de ser un negocio, que no gane más quien más basura haga”.

FORZOSA CAMPAÑA DE EDUCACIÓN

Si en algo coinciden todos los esfuerzos en materia ambiental, es en la forzosa campaña de educación ambiental que debe ir de la mano con cualquier acción. Y es un paso sumamente difícil.  La académica de la Ibero confiesa que en su propio campus, se implementó una campaña de Basura Cero, donde no hay botes de basura en cada salón, sino contenedores para separar.

Reconoce que aún siendo universitarios, la comunidad no entiende la importancia de la separación: “La basura sólo es basura cuando está mezclada, si no, es residuo. Este tipo de situaciones tenemos que tenerlas más presentes; en Puebla nos hemos retrasado en la separación porque hay esta idea de ‘para qué la separo si en el camión se revuelve’ y no es cierto, el camión es el primer destino donde empieza el proceso de la basura”.

Concluye que en México tenemos pocos lugares donde se recicla y está muy rezagada la idea con respecto a otros países: “Si la gente sabe que hay un lugar donde echas una botella y te lo cambian por dinero, lo hará”.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Entremás.mx.